El sistema de pulverización es el procedimiento clásico para la difusión de fragancias (también usado en perfumería). El procedimiento consiste en difuminar una sustancia líquida en partículas diminutas que, debido a su poco peso, sean capaces de manterse en el ambiente el máximo tiempo posible. En nuestro caso, se trata de fragancias condensadas en estado líquido, totalmente teteadas para una pulverización que libere sus propiedades aromáticas.