Entras en un hotel y lo primero que te notas, no es la decoración, la iluminación o las flores que adornan la estancia, es el agradable olor que desprende. Si alguna vez has ido a un hotel en el que has vivido una experiencia de la que no quieres olvidarte, probablemente, una de las cosas que más han hecho de esta experiencia una inolvidable, es el olor. El olor puede convertir cualquier experiencia en una memorable, en algo diferenciador y destacable. Por lo tanto, es muy probable que un negocio se quede en nuestro recuerdo gracias a la fragancia. Pero el sector hotelero no es el único que hace uso de agradables olores para que no te olvides de ellos, hay una gran cantidad de negocios que pueden hacer uso o hacen ya uso del marketing olfativo.
El odotipo es el olor que representa tu negocio y podríamos compararlo con el logotipo olfativo de tu empresa. Tu empresa debe tener un olor, un aroma o una fragancia corporativa si lo que quieres es diferenciarla de las muchas otras empresas de tu sector que puedan existir. Como hemos podido observar anteriormente, hay una gran cantidad de empresas que cuentan ya con un odotipo o con una estrategia de marketing olfativo. Y es que cuando se escoge un aroma por uno de nuestros expertos podemos reforzar la imagen corporativa de tu empresa y sobre todo y más importante, reforzar la experiencia de tus clientes, convertirla en algo totalmente especial y diferente.
Los aromas crean un efecto emocional
Los aromas, por lo tanto, pueden crear un efecto emocional y sensorial muy especial en las personas. El olor nos despierta emociones, estimula nuestro recuerdo y la memoria y nos acerca a momentos especiales de nuestra vida. En otras palabras, el odotipo es fundamental para convertir la experiencia de compra o de contratación de servicios del cliente en algo eficaz y directo. Es fundamental definir el producto y la marca mediante el odotipo y el primer paso para ello es acudir a nuestro asesoramiento. Nuestros expertos de Marketing Olfativo se encargarán de conocer a fondo tu empresa y sus valores y filosofía, así como el trasfondo emocional de la marca, para, posteriormente, construir un odotipo totalmente concordante a la personalidad de tu empresa.
Definir la imagen es el segundo paso después de conocer tu empresa. Es importante la personalidad de la empresa, pero también hay que tener en cuenta el mensaje que la empresa quiere transmitir a su público. Si por ejemplo queremos transmitir elegancia y sofisticación, no podemos escoger una fragancia que transmita rebeldía y desenfado. Los rasgos y las características del producto deben ser adaptados a la fragancia.
El tercer paso que tendremos que dar será escoger varias propuestas de fragancia y contrastarlas, escoger la que más se adapte al cliente. La fase del test es la más crucial y debemos solicitar a varias personas que conozcan la marca, que prueben varias fragancias y decidan cuál transmite mejor el mensaje. Después de dar todos estos pasos ya tendremos un odotipo para la empresa, un olor agradable por el cual sus clientes la recordarán.